No ayudar.

 

Ayudar o no ayudar, un gran dilema.

 

Una parte importante  de quienes accedemos a Reiki tenemos un gran interés en desarrollar nuestra capacidad y en ayudar a otras personas.

 

No obstante hay también un gran colectivo de personas con las que conectamos con gran alegría al ver que podemos ayudar, y que con el tiempo nos van mostrando la otra cara de la moneda, la de la ayuda excesiva. Hay personas que son siempre receptoras de los cuidados de otros, y que no están dispuestas a mover un dedo por si mismas, estas personas nos suelen ser de ayuda en un principio cuando las encontramos en nuestro camino, pues nos van a mostrar lo adecuado de aprender a no ayudar, nunca estarán bien, hagas lo que hagas, ayudes lo que ayudes, ya que no se cuidan, no se equilibran, no se potencian a si mismas, si habláramos de dinero serían personas que solo saben gastar, gastar y gastar, y en muchos casos en cosas bastante inadecuadas.

 

Otras por el contrario, no quieren saber nada del tipo de ayuda que podemos prestarles, no creen en según que cosas, y quien pretende facilitárselas en contra de su criterio es rechazado de forma emocionalmente violenta, ya que todos disponemos de un campo de energía, y esa ayuda que les facilitamos, no es considerada una ayuda, sino una agresión, por lo que en caso de que queramos imponernos se genera un efecto importante de contraste de energías, que generan calor, irritación, y quemaduras energéticas, lo que implica que lo que hacemos no les ayuda en modo alguno, así que la conclusión es obvia, la única forma de ayudar a una persona es que esa persona quiera esa ayuda, la acepte, y la reciba de buen grado.

 

Por otra parte hay también otras personas que estarían dispuestas a realizar su trabajo de desarrollo personal, y que acaban no haciéndolo ya que se encuentran con otros que les suplen a ellos mismos.

 

Considero importante tener algo muy presente y es el tipo de personas que queremos en nuestro entorno:

 

*¿Maestros con notables habilidades?

*¿Alumnos que nos sigan toda la vida haciéndonos la pelota a cambio de un poquito de energía?

*¿Enfermos que digan lo buenos que somos porque les aliviamos el dolor?

 

Mi decisión personal a este respecto es que quiero en mi entorno Maestros con notables habilidades, que hagan las cosas por si mismos, que me hablen de sus experiencias como Maestros, y con las que compartir las mías, a los que poder sugerir cosas y que a su vez me sugieran cosas.

 

En mi opinión esto solo es posible si ayudo lo adecuado, y niego mi ayuda cuando esa persona debe hacer el trabajo de su propio desarrollo por si misma.

 

Muchos de mis alumnos ya se han encontrado con que me he negado rotundamente a ayudarles, a darles un tratamiento, o cierto nivel de apoyo, en un momento determinado, y es que a esos alumnos ya les he facilitado las herramientas necesarias para hacer el trabajo por si mismos, solo tienen que utilizarlas, y si no lo hacen porque no quieren, o prefieren hacer otras cosas, es adecuado, en mi opinión, que paguen el precio de su negligencia.

 

No se crean Maestros dándoles todo hecho, se crean facilitándoles la información y las herramientas y dejando que las desarrollen ante la adversidad y los problemas.

 

Antes de ofrecer ayuda mira a ver si es que necesitas ayudar para sentirte bien contigo mismo, y si esa ayuda es necesaria y adecuado darla, si se crearían Maestros con ella o tan solo  mediocres e inútiles.

 

Para los que reciben ofrecimientos de ayuda es conveniente valorar antes de aceptar la ayuda de otras personas si pueden hacer las cosas por uno mismo.

 

Este comentario está específicamente pensado respecto del trabajo de crecimiento personal de cada uno.

 

La ayuda y la colaboración es y debe ser adecuada en todo proyecto colectivo en el que un grupo de personas aúna sus esfuerzos para conseguir un beneficio colectivo.

 

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